martes, 29 de septiembre de 2020

Aromas de nostalgia

De pequeño siempre deseaba que llegara el domingo. Era el día de la paella en el maset de los bisabuelos, el lugar donde vivieron mis abuelos, mi padre y sus hermanos, donde se fraguaron romances, nacieron nietos y fuimos felices. 

Recuerdo que en el comedor había un mueble enorme que a mí me gustaba abrir: una radio antigua y un tocadiscos de pizarra. Mi abuela, con manos de porcelana pone un disco de zarzuela, a ella le debo mi afición y enseguida las notas de Marina se diseminan por toda la estancia. De ahí pasábamos a la cocina, con sus fogones de carbón, sus azulejos verdes y un pozo para recoger el agua de lluvia. Iban llegando los tíos y los primos. Besos amables, sonrisas eternas... Marina daba paso a algún cuplé pícaro y enseguida la voz de mi tía diciendo "menos mal que los chiquillos no lo entienden". 

Empezaba a olerse la leñad denaranjo quemando, ya no se cocinaba en la cocina de carbón. Mi abuela ponía el pabellón encima de los hierros y comenzaba el ritual de la paella, hecha con amor, sin prisa y con ese toque de hierbabuena que los nietos le llevábamos como ofrenda a la sacerdotisa valenciana. Comidas que se eternizan con charla continúa y sin pausa. El corte de helado de postre y los niños, éramos ocho, nos perdemos por los huertos que rodeaban la edificación, jugando a indios y vaqueros, o nos alejamos de la realidad escondidos en un a cabaña improvisada que bien era una nave espacial surcando el firmamento o la casa donde se escondían unos mafiosos muy malos. Confidencias, secretos a media voz y, años después algún pitillo robado de la cajetilla de mi padre.

Fueron años que se perdieron al faltar Basilisa, mi abuela querida, mi heroína, la más valiente de las mujeres.

Me viene una sonrisa repentina y si aspiro con fuerza me viene, traído de otros sueños, el aroma de paella, de leña, de hierbabuena, de amor... 

Sí, el amor huele a Nostalgias.

sábado, 26 de septiembre de 2020

Vuelve Soledad Palao

 UN ENIGMA DEL PASADO (Soledad Palao)

Primera novela histórica de la autora y es todo un acierto. Empezaré diciendo que transcurre en dos épocas diferentes: Siglo XV/XVI y el Siglo XXI. Las partes que transcurren en el pasado están escritas de forma magistral, con lenguaje de la época y un conocimiento brutal. 

Se van mezclando personajes históricos que todos conocemos con personajes directamente salidos de la mente de Soledad. Personajes como Catalina, Lara, la Madre Recia que están totalmente humanizados.

Tenemos aventura, historia, amor y un punto sobrenatural que casa perfectamente con la trama, haciendo que nos hagamos la pregunta final: es conveniente cambiar e intervenir en el futuro?

Magistral, como nos tiene acostumbrados. Lectura adictiva; una vez empiezas eres incapaz de dejar la novela.

Y le agradezco el regalo final que me hace, directamente y, al ser la primera vez no he podido evitar emocionarme y que las lágrimas rodarán mejillas abajo. 

Gracias Soledad por una novela tan intensa, tan bien escrita, tan adictiva y por los buenos ratos que llegan al leer tu obra.

Quien no haya leído a Soledad Palao, Un enigma del pasado es un buen comienzo.

ETERNIDAD

Un haz de sol entraba por la ventana e incidía en una rosa que se desmayaba en un jarrón polvoriento. En la cama, juntas sus cabezas, Rachel...